Tengo dos madres.
La que me deja sin espacio y me pilla desprevenida, la que cuando estoy preparada para retarla, desaparece, la que no me dió, la que se reía.
Y la otra.
La que me sorprendió un día hablándome a mí y no a mi niña, la que envejece y tiene miedo, la que en lugar de abrazarme, me prepara natillas.
Ya empiezo a entender que no me tengo que quedar solo con una.
Tendrás que pasar del refranero y aceptar a las dos.
ResponderEliminarNo te queda otra.
Besos.
Para bien o para mal es la que te dio la vida, eso es único.
ResponderEliminarCuando te sientas niña, pues aquella vendrá, en los momentos en que te sientas adulta pues compoartiras camino con la anciana, ella es todas, y está bien así y tú también.
ResponderEliminarMe siento reflejado en este proceso, de ver a mi madre no sólo como la que manipulaba al niño, sufría y gritaba, y empezar a ser consciente de que la señora mayor que me pide atención ya no es aquella, o no sólo es aquella, y yo ya no soy aquel, o no sólo aquel.
Un abrazo
Para mí eso es algo muy bueno. Pensar que hay gente que no tiene ni una *
ResponderEliminarUn beso o 2 #
Como mínimo son dos madres, y dos hijas. Como mínimo.
ResponderEliminar¿No se puede hacer una mezcla con ambas?
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEs lástima que las personas no seamos de una sola pieza. Tendrás que quedarte con las dos
ResponderEliminarAl final no quedará mas remedio que aceptar a las dos tal como son.
ResponderEliminarque tengas una feliz semana.
un saludo.
y recordemos siempre que tener un hijo no te hace padre o madre...así como tener un piano no te hace pianista
ResponderEliminarUna madre no es parir. Tendrás que quedarte con las dos.
ResponderEliminarUn beso
Es bastante probable que ella también sienta, en ocasiones, que tiene más de una hija...
ResponderEliminarTe entiendo, vaya que sí, pero no elijas. Acéptalas a las dos.
pues yo tengo dos también
ResponderEliminarNuevos tiempos, nuevos matriarcados.
ResponderEliminarMe gusta esa doblez, es una realidad.
ResponderEliminarBesos.
Quédate con la buena.
ResponderEliminarSon, somos así, llevamos una de cal y otra de arena.
ResponderEliminarNo nos queda otra que tomarlas como son.
Ellas también nos perdonan las rarezas.
Besos, Claudia.
quédate con las dos, no lo dudes
ResponderEliminarNo sabes como te entiendo, la mía es igual, una de cal y otra de arena.. a veces no la entiendo, salta, se cabrea como una niña, otras es valiente, otras veces no me entiende ni me escucha...pero hay que aceptarlas a todas, y como ha dicho alguien seguro que ella siente que tiene más de una hija en tí...bss
ResponderEliminarinteresting. te has planteado que si tu tienes dos madres igual ella tiene dos hijas?
ResponderEliminarsabias palabras las de joaquín doldán. adhiero plenamente. nada más.
ResponderEliminarMe gusta.
ResponderEliminarHay quienes no tienen ni una...quédate con las dos para que tengas repuesto en caso de accidente...
ResponderEliminarUn besito.
¡¡como te comprendo!!
ResponderEliminarel refranero en este caso se equivoca... no puedes elegir, tienes que quedarte con las dos, forman un solo ser.
biquiños,
Aldabra
las dos madres, las dos hijas q por ahí somos???
ResponderEliminarconmovedor, nuevamente tu insight...
gracias
Claudia, qué gusto pasear por esta casa tuya y encontrarse contigo, y leerte. Un auténtico placer.
ResponderEliminarMe has hecho pensar con esto de las madres, que me gustaría ver por cuánto multiplico yo las mías... o mejor, las emociones que me provocan las que tengo.
Me voy pensando, y te dejo un abrazo.