Esta tarde vino a tomar un café una amiga que ha tenido una gran tragedia familiar (hace 3 años se murió su hija con 18 recién cumplidos); nuestra amistad nació precisamente porque su hija y la mía son amigas desde educación infantil... el caso es que esta tarde contàndome mil y un problemillas, me decía:
"Mira, le digo siempre a R. (su marido): La felicidad nos persigue pero nosotros vamos a toda hostia"
Justo eso es lo que te pasa a ti, sólo es cuestión entonces de que disminuyas tu marcha para que la felicidad te alcance.
Es que la felicidad a veces está al alcance de la mano y otras es inalcanzable. Cuando es así, hay que intentarlo de todos modos. Al menos, acercarnos. Y cuando está cerca tenemos que tomarla y abrazarnos fuerte a ella.
Me gustó lo de a veces me recuerdo a mí misma. A veces, también tengo esa sensación. Otras, la mayoría, ni me parezco.
A veces, nos redescubrimos y a pesar de seguir siendo nosotros, ya no somos los mismos de antes. La felicidad está siempre al alcance, lo que pasa es que muchas veces ni nosotros mismos la queremos porque estamos demasiado bien en algunos momento, regodeándonos en nuestras tristezas y desgracias y necesitamos dejarla salir, no importa el precio. Somos una y muchas, somos mujeres y no morimos en el intento. Somos la suma de las experiencias que hemos vivido y las que vendrán. Un abrazo.
Polifacética.
ResponderEliminarEso está bien.
Besos.
Y mientras vas caminando hacía ese horizonte que te espera y que seguro te guarda gratas sorpresas. ¿Lo dudas?.
ResponderEliminarBesos
y ahi vas, siempre dentro de ti
ResponderEliminarEs como si fueras bipolar....es broma, a todas nos pasa un día tan bien y otro tan mal, me recuerdas a mí, ¡seguro que lo conseguimos!
ResponderEliminarEsta tarde vino a tomar un café una amiga que ha tenido una gran tragedia familiar (hace 3 años se murió su hija con 18 recién cumplidos); nuestra amistad nació precisamente porque su hija y la mía son amigas desde educación infantil... el caso es que esta tarde contàndome mil y un problemillas, me decía:
ResponderEliminar"Mira, le digo siempre a R. (su marido): La felicidad nos persigue pero nosotros vamos a toda hostia"
Justo eso es lo que te pasa a ti, sólo es cuestión entonces de que disminuyas tu marcha para que la felicidad te alcance.
biquiños,
Es que la felicidad a veces está al alcance de la mano y otras es inalcanzable. Cuando es así, hay que intentarlo de todos modos. Al menos, acercarnos. Y cuando está cerca tenemos que tomarla y abrazarnos fuerte a ella.
ResponderEliminarMe gustó lo de a veces me recuerdo a mí misma. A veces, también tengo esa sensación. Otras, la mayoría, ni me parezco.
Besos
Y mientras tanto, vivimos y crecemos, aunque a veces parezca que no.
ResponderEliminarExcelente retrato en blanco y negro, LLENO de matices, AHÍ VAMOS!!!
ResponderEliminarY la cantidad de "a veces" que podemos ser.
ResponderEliminarA veces, nos redescubrimos y a pesar de seguir siendo nosotros, ya no somos los mismos de antes. La felicidad está siempre al alcance, lo que pasa es que muchas veces ni nosotros mismos la queremos porque estamos demasiado bien en algunos momento, regodeándonos en nuestras tristezas y desgracias y necesitamos dejarla salir, no importa el precio. Somos una y muchas, somos mujeres y no morimos en el intento. Somos la suma de las experiencias que hemos vivido y las que vendrán. Un abrazo.
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