Para borrar huellas imaginarias, tuve necesidad de cambiar el color de las paredes.
Aprovechando que era septiembre y todavía se podían tener las ventanas abiertas, arranqué a pintar.
Pinté con una energía salvaje, como si quisiera cambiar la esencia misma de esas paredes.
Quería blanco, por esclarecer, pero al secar, salió un leve matiz violeta, por eso de aprovechar pinturas y mezclar, aunque esto sólo lo noto yo y los agudos visuales.
Me gusta el color que quedó porque cumplió esa función simbólica de sanear, pero sin ser un blanco virginal, que hubiera acabado aburriéndome.
Qué lindo color te quedó de la mezcla !
ResponderEliminarEl blanco por sí sólo a mi tb me aburre *
Un beso o 2 !
Comparto el blanco...es purificador....
ResponderEliminarAparte de la pintura blanca también estrenas cabecera.
ResponderEliminarBesitos Claudia.
Virginal
ResponderEliminarQué a gusto se queda uno cuando da un aire nuevo, verdad?
ResponderEliminarBesos!
Esos blancos virginales le dan un tono siempre aséptico a todo.Tampoco me gustan... Seguro que ese gris violáceo pinta de promesas un nuevo futuro.
ResponderEliminarBesos, Claudia.
Me gusta! No hay como los colores claros en el hogar, que según entre la luz lo veas más intenso o más apagado, más luminoso o más mate, más calido o más frío. Parece que no, pero el ánimo se empapa.
ResponderEliminarMuaaaas.
Te quedó muy bien.
ResponderEliminarBesos.
Pintar y cortarse el pelo, siempre me dan un espíritu nuevo.
ResponderEliminarBeso.
El blanco nuclear es muy insípido, mejor te quedó así. Yo prefiero el burdeos, eso sí, me purifica más ejej.
ResponderEliminarBesos
sanísimo sanear, y renovar, besos clau
ResponderEliminarlos colores del pasado son así de jodidos, y aunque olvidados conviene tenerlos en cuenta... el blanco no, horror vacui... si nos olvidamos caemos más facilmente
ResponderEliminarun abrazo en escala de grises, claudia
a estas alturas ya no tenemos virginal ni las paredes...mejor ese leve matiz gris-violeta, mucho mejor!
ResponderEliminarBesos de un blanco roto.
Pintar puede ser relajante, pero otra cosa es mover los muebles, taparlos, y limpiar todo posteriormente...uf. Jeje.
ResponderEliminarBesos
Te ha quedado muy bonito El rincón que muestras tiene encanto, como tú.
ResponderEliminarBesos
En mi casa también hay colores de pared que deberían tener los días contados, pero que pereza chica....
ResponderEliminarBesos.
Así es como se debe ser: positiva. A mí también me gusta ese blanco envejecido. Biquiños.
ResponderEliminar¿por qué será que cuando nosotras necesitamos un cambio, cambiamos nuestro entorno? [decoración, peinado, etc.]
ResponderEliminarA veces incluso llega con esos pequeños cambios como el color de la pared para no necesitar atacar cambios mayores.
Espero que esos cambios de septiembre te hayan traído paz
... A condición de que las "huellas imaginarias" puedan seguir mirando a Claudia, aunque Claudia crea que no la vé. La vida no tiene sentido sin huellas imaginarias.
ResponderEliminarBuenas claudia,la verdad que es cierto que muchas veces cambiando pequeñas cosas como el color de una pared,o el peinado o la forma de vestir o la música que se escucha,o las novelas que se leen,damos un giro de novedad,de cambio,de purificación o de evolución a nuestras vidas que las hace enriquecederas y las aleja de la monotonía...
ResponderEliminarYo me cansé del blanco un día y las pinté de melocotón...jejejeje
un besito guapa :)
¿Cuánto cobrarías por pintar así una parte de mi casa?
ResponderEliminarBonito color. Así, limpio pero alejadito d elo virginal. Bonito color, si señora
ResponderEliminarBuenisimo sanear
ResponderEliminarTe ha quedado un lindo color, que ha maquillado las huellas del tiempo
ResponderEliminarque bonito el texto te sigo
ResponderEliminarA veces necesitamos esos cambios... te ha quedado bonito!
ResponderEliminarYo estaba en lo mismo ayer...sólo que en otro ámbito lejano a la pintura...he aprendido a meditar mientras hago las cosas del trabajo... con cada cosa que quito del camino, siento que quito un tropiezo de mi vida...termino exhausta pero aliviada.
ResponderEliminarBesitos.
Pues te han quedado bien. Voy a hacer uso, con tu permiso, de una frase que me has dedicado en mi blog, aunque modificándola un poco: los resultados inesperados siempre son más interesantes que los planeados.
ResponderEliminarLa vida llega en blanco cuando nacemos y somos nosotros los que les vamos dando color, según los sentimientos y las experiencias y de vez en cuando, queremos, de alguna forma instintiva, volver al blanco, queremos volver a empezar, pero ya es tarde, hemos escrito demasiadas páginas en nuestro libro y queremos, que siempre sobreviva, a pesar de los nuevos comienzos, esa parte de nosotros que ya vivió, que amó, que sufrió pero que también, aprendió. Un beso.
ResponderEliminarEn realidad siempre me gustó el blanco porque le da mas amplitud a los espacios, pero ahora que todo el color esta al alcance de nuestra manos habría que aprovecharlo para cambiar lo simple del blanco por la alegría del color!
ResponderEliminarPrecioso, yo tambien tengo que poner manos a la obra en mi casa, o mejor dicho manos a la brocha!
Besos van!
Y pasa que, en el fondo, muy en el fondo de los colores, ahí, en la pared, aparecen siempre los fantasmas que nos atormentan.
ResponderEliminarEscribes muy bien.
SL
Pues ha quedado bastante bien.
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