Parece que Rusia tuviera el destino de estar gobernada por ese tipo de personas, endiosadas, megalómanas, intrigantes, maquiavélicas. No me imagino de otra forma la cabeza de Putin, parece que se ha propuesto ser el zar del siglo XXI y al estilo de Iván el terrible.
Iván el terrible debió de ser realmente terrible, pero al menos tenía la excusa de su locura, la causada por la sífilis. Mató de un bastonazo en la cabeza a su propio hijo y a muchos otros que se le pusieron por delante, y no se conformaba con matarles sin más, tenía que matar lo más cruelmente posible, hervidos en ollas o aplastados por piedras de molino.
Putin también arrastra truculentas sospechas. Sospechas, porque misteriosamente nunca se ha demostrado nada.
Aquel espía que pudimos ver morir lentamente envenenado por polonio, la periodista más crítica con su régimen que apareció asesinada después de confesar que estaba recibiendo amenazas de los servicios secretos rusos y otros periodistas y activistas de derechos humanos, que también han ido apareciendo muertos.
El oscurantismo del accidente del submarino de la armada rusa, Kursk.
Las supuestas liberaciones de, en un caso un teatro y en otro un colegio, en las que entrando al asalto, morían más civiles y niños que secuestradores chechenos.
Es que Rusia es muy grande y muy complicada, tantas religiones, tantas culturas, tanta corrupción, tanta mafia, cualquiera no puede coger las riendas de ese país, tanto petróleo y tanto gas.
Parece que está lejos, pero lo tenemos aquí al lado, entumecido de frío y empapado en vodka. Frío y vodka, qué peligrosa combinación, y si no, que se lo digan a Yeltsin. En esos estados de embriaguez debió de encontrar Putin el hueco para entrar y quedarse.
Pasó el tiempo de la URSS aunque Lenin siga ahí en la plaza roja, ¿pero qué viene ahora? ¿Qué estará maquinando Putin?
No sólo el vodka, el poder también embriaga, y la resaca dura varias elecciones.
ResponderEliminarSabes, gracias por esta entrada.
Bs.
Gracias a tí Sarco, porque yo escribiendo de estas cosas, no sé, se me hacía muy raro.
EliminarNada bueno.
ResponderEliminarDe la KGB al poder absoluto.
Para echarse a temblar.
El poder es la droga mas peligrosa para quienes goviernan o dirgen al pueblo. Cuantos ejemplos ya tenemos. Un placer leerte.
ResponderEliminarFeliz semana
Elizabeth
Es como una terrible condena, es verdad.
ResponderEliminarDe dictadura en dictadura y sigo porque me toca...
ResponderEliminarBesos, Claudia.
Da miedo, ¿verdad?
ResponderEliminar¿Pero qué piensa la gente que le vota?, ¿es que ellos no lo ven?
biquiños,
La historia interminable.Esta entrada hace pensar y no son nada buenas las conclusiones.
ResponderEliminarun abrazo
El poder corrompe siempre, por eso debería abolirse toda fuente de poder. Es la única manera de librarse de según qué personajes.
ResponderEliminarBesos.
Hay países que parecen estar condenados, sin duda...
ResponderEliminarMala solución le veo yo. Muy lúcida entrada, Claudia.
Besos.
Salieron de un impresentable y se metieron en otro. Y no es que lo anterior fuera mejor...
ResponderEliminarSaludos
Que hijo de Putin!!!!
ResponderEliminarCreo que estos personajes no son los que gobiernan realmente Rusia, ni el mundo...lo dicho, todos unos hijos de putin!
Abrazos
Yo creo que la democracria (o como se diga) es tan moderna en Rusia que todavía no han aprendido a disimular estas cosas. Pero irán aprendiendo y al final tendrán unca cloacas inmundas y un exterior muy presentable, como todos los países occidentales
ResponderEliminarEste hombre a mi siempre me ha dado miedo...no sé si será como Iván el terrible, pero terrible sí que es...
ResponderEliminarUn beso.
Será hijo de putin!
ResponderEliminarValla personaje, parece mentira que queden por el mundo bichos así.
ResponderEliminarBesos