viernes, 14 de enero de 2011

mi coqueteo con las drogas

Enredos - Daniel Canogar

No me drogo. Al menos con drogas ilegales.  Pero hubo un tiempo en que coqueteé con drogas.
He probado de todo un poco, menos heroína.

Con el hachís fundamentalmente me he reído.

Pero una vez, después de fumar un solo porro de hachís, tuve una sincronización mental inexplicable con una amiga. Nos paramos en un escaparate y nuestras mentes funcionaban a la par, tuvimos un ataque de asociación de ideas, todo funcionaba muy rápido y nos dábamos cuenta de ello, pero no podíamos parar de asociar ideas con los objetos del escaparate, que eran de lo más anodinos, creo que era un ferretería.

Alguna vez tengo que comentarle si se acuerda de esto.


La primera experiencia con los tripis fue una nochevieja.  Yo iba de inexperta y el resto de guais.  Mi chico y su mejor amiga, me explicaban cómo se tomaba y qué efectos producía. Nos sentamos en en la barra del bar en unas banquetas y cuando miré el reloj eran las ocho de la mañana. Me habían hablado de que algunas personas podían tener alucinaciones, pero yo sólo tuve una distorsión del tiempo y siete horas se convirtieron en diez minutos. Adiós nochevieja.

Años más tarde, yendo en coche, vi desde la ventanilla una mujer desnuda, manchada de sangre, que nos hacía señales desde la cuneta. Ninguno de los del coche la vio. La alucinación me llegó con años de retraso, por esos restos que quedan en el cerebro.

Después estaba el speed, se supone que daba velocidad o algo así. Yo no noté nada.

Y más tarde, con más poder adquisitivo, la coca. Yo no compraba nunca,  ni sabía de dónde salía, pero mi chico, que se convirtió no sé cómo en mi marido, siempre tenía una dosis para mí. Sus regalos siempre eran muy especiales.

La coca dicen que es la droga del trabajo y que muchos ejecutivos la toman,  en realidad,  lo que hace es quitarte todo el cansancio de encima y luego cada uno aprovecha la energía en lo que sea.

Después de la coca el ojo y la fosa de la nariz del lado por el que tocaba esnifar estaban inservibles y este efecto, que solo me pasaba a mí, me hizo reaccionar.


Nunca he tenido monos, nunca he tenido ningún mal rollo con las drogas. Y este es el efecto más peligroso.

Fue el juego de la ruleta rusa.





25 comentarios:

  1. yo ni me acerco, me da pánico, seguro que me quedaria colgada... bueno que tu te saliste no?

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  2. Alguna vez fui joven...
    Lo único que extraño de esas épocas es que mi mente era más libre y creativa!

    Un beso o 2 !

    pd: hoy soy una oscura aburrida !

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  3. Felicidades.
    Te libraste de una buena.

    No he probado nada de eso ni me ha atraído nunca.

    Besos.

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  4. ¿como se llama esa fobia que se refiere a que te metan sustancias extrañas en tu cuerpo?
    y no me refiro a partes de cuerpo, jajaja, sólo a sustancias...?
    bueno, pues yo, que soy una adicta a cualquier cosa,
    me salvé de la adición a la heroína a la cocaína y a las drogas que no son de fumar... por miedo a la aguja, fundamentalmente. Ver a mis amigos inyectándose me producía tal mareo y me dejaba el cuerpo tan descompuesto que ya vomitaba antes que ellos jajaja
    Me río, pero alguno ha muerto joven, y ha dejado un bonito cadaver.
    La coca no me daba miedo de engacharche, mira que bien que me diese miedo sentir el gusano subiendo por mi nariz hasta mi cerebro!
    En fin, que la droga más guay el extasis, aunque solo sea por el nombre!

    Moraleja:
    se una cobarde si no quieres terminar drogata.

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  5. Uf, no me gustan las drogas, ni las he probado ni me atraen. El tabaco me tiene enganchadita Claudia y Lía, mi peor adicción.
    Saludos maja.

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  6. Estudie letras y la mayoría de mis compañeros se metían lo suyo. Varias veces me ofrecieron probarla y como siempre he sido muy adictiva a todo lo que pruebo, me mantuve alejada.
    Ahora, después de 18 años, compruebo que el 70% de mis compañeros de trabajo se meten lo suyo como parte de su vida normal y casi todos son hombres y mujeres con hijos. Viven las drogas de un modo, si se puede llamar, organizado y controlado y como siempre, te ofrecen una calada de porrito o algo más fuerte, pero ahora que sé que no soy tan adictiva como pensaba, tampoco me apetece...
    Fumé casi 20 años y lo dejé de un día para otro, no tuve mono e incluso puedo echarme un cigarro en una fiesta y no volver a fumar en tres años. Me gusta tener el control de lo que fumo o bebo y no, que ellos me controlen a mi...pero sabes qué pasa, linda?...que con las drogas se juega el estado de ánimo y si nos pilla en bajón, nos atrapa...por eso, ni loca me les acerco.
    Un besito.
    Te aplaudo.

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  7. No me gustan las drogas, viví los ochenta con veinte años y ví morir a muchos conocidos, cinco o seis, entonces se tomaba heroína y era superguai y supermoderno lo de drogarse...nunca lo entendí, les ví destrozar las vidas de sus familias también, asistí a muchos junkies en el turno de oficio y juré que jamás probaría otra cosa que el tabaco y el alcohol (cervecita no te vayas a creer) la droga es odiosa, destroza todo lo que toca, aún tengo amigos que con cincuenta y tantos siguen drogándose con coca y se han hundido en la miseria y han destrozado la vida de los que tienen alrededor...es muy duro y muy triste...

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  8. Nunca las probé, es más las odio, tal vez porque vi morir a alguien que significó mucho en mi vida.
    Besos, Claudia.

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  9. ya alucino bastante sin drogas... yo creo que la gente no se da cuenta que el efecto que causan las drogas lo creas tú mismo, que sepas hacerlo sin ellas es otra cosa. yo con mis cervezas, vinos y demás, tengo suficiente

    au revoir

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  10. Algo he probado de todo eso que dices y lo cierto es que no merece la pena y, bien mirado, tampoco es tan divertido. Lo que alucines o no o con lo que disfutes está, en el fondo, en tí; ya le puedes dar a fumar veinte porros a un tio soso que no tendrá mucha gracia, y se le das un tripi a un tío de poca imaginación sus alucinacione no tendrán mucho gracia

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  11. Soy de No! a las drogas. Las odio, el que más y el que menos conocemos a alguien que se nos ha ido con las drogas.
    Muy valiente tu texto.

    Un besote, Claudia

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  12. Las drogas, ilegales o no, son un anzuelo que puede empujar a la adicción, esa es la palabra de la que hay que huir. Luego esta quien necesita 'tomar' para saber divertirse, pero eso es otro tema...

    Como ves no hago distinciones entre drogas legales o no.

    Eso sí, unas bravas y una cervecita... Que buenos ratos!!

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  13. llevo un día dándole vueltas a esta entrada, te doy un tirón de orejas retrospectivo.

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  14. da miedo leer tus coqueteos, aunque afortunadamente, cruzaste la línea pero para el lado positivo.

    siempre me ha dado miedo perder el control por eso sólo fui capaz de probar un porro que sí me hizo efecto: se me secó tanto la boca que pensé que no iba a poder tragar y me ahogaría.

    también por el miedo siempre llego al mismo punto con el alcohol, sin pasarme de ese puntito risueño.

    es un juego peligroso, desde luego.

    biquiños y enhorabuena.

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  15. A mi los efectos de las drogas me dan miedo. El haschis me hacia reir y me paso con un amigo algo parecido a lo tuyo con tu amiga. La marihuana me hace pensar super rapido y me metia en cada historia mental que no veas. La coca la probe solo una vez y me pase la noche con molestias en la nariz. Parecia que se me cain los mocos. Ya no he probado ninguna mas.
    Un besazo

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  16. Mañanita soledad de domigo, y yo pasenadpo por entre tus cosillas. Genial siempre.

    Saludos y un abrazo.

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  17. Poder recordar el pasado desde la distancia del tiempo, ayuda a reflexionar y comprobar cómo nos afectó aquello que se hizo y cuánto asimilamos de las experiencia vividas. Te queda este caudal de ideas y tanteos sobre qué camino tomar y cómo vivir...

    Me gustó esta lectura. Eres una mujer valiente.

    un abrazo.

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  18. Creo que es tan simple como ser consciente de las cosas que hacemos antes de dar el paso. Hay cosas que no he probado nunca, me da miedo. Otras sí, y nunca fue un problema. Supongo que hay cosas y cosas.

    (De todos modos el tema da para largo).

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  19. A mi no me gustan las drogas, no por nada pero no quiero meterme en ese mundo porque desconfío muchisimo de mi misma, y sé que pueden ocurrir malas cosas. Quizás alucinar sea una cosa que me encantaría vivir, alucinar que tengo a la persona que amo al lado, ver a una persona que no existe, o ver cosas gigantes volar. Pero los efectos secundarios no me gustan.
    En cambio con el alcohol me se controlar. No me gusta tomar en exceso. Me gusta tomar lo justo y necesario. A parte cuando sabes tanto de alcohol, es posible que puedas conquistar a varias personas que te gusten.

    Te sigo! Me seguís?

    Un besito. ♥

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  20. Yo nunca probé nada y lo cierto es que tampoco me provoca curiosidad...

    Un beso!

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  21. Yo también tuve mi coqueteo, bueno más bien fue una relación algo duradera. Pero ya pasó.

    Besos.

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