lunes, 30 de abril de 2012

la insensata



En el espejo del pasillo, me lo imagino, viendo mil siluetas encendidas, contorsionadas.



Pasarán 500 lustros y sus inviernos seguirán dejando las vías del tren nevadas, vías de hierro y nieve, tan frías que me abrasarán siempre, porque ya no sabré dónde ir, aunque Venus siga ahí, colocada en el mismo cielo negro, pero orientando a otros, a otros amantes en sus encuentros.


No hacían falta fotos furtivas, porque yo me hubiera dejado fotografiar hasta el alma, sentía envidia de los bancos vacíos, ternura por la niña alemana, quería ser Sevilla y envolver Barcelona.


A veces planeaba cómo tenía que ser,  pero no puedo dejar de ser como soy,  por dentro simple, por fuera insensata.


Después de todo, sí me he sentido juzgada, siempre juzgamos, desde la primera palabra que nos oímos. Juzgada y sentenciada, casi puedo oír el golpe del mallete.


Igual algún día, puedo ver otra vez la luz.

La pequeña luz de Venus, que ilumine un trozo de cielo negro para mí.


viernes, 13 de abril de 2012

eternamente las ocho


El reloj para no llegar tarde a trabajar solo ha durado hasta las ocho, a esa hora, la manecilla se ha enganchado en el termómetro y no puede avanzar. Es made in china, pero ahora casi todo lo hacen allí.

También he comprado una cama, por menos de 100 euros, espero no caerme al suelo en mitad de la noche, aunque posiblemente ni me enteraría, últimamente no hay quien me despierte, es como si me atrapara el sueño.

Ayer recibí varias llamadas ofreciendo servicios de telefonía, normalmente ni las atiendo, pero ayer acepté una tarifa de móvil por cinco euros, estoy venga leer la letra pequeña para ver dónde está el truco y es que una no sabe de dónde reducir gastos, hasta he puesto unas cosillas en venta, de esas que tienes por ahí y no necesitas.

La crisis debería servir al menos para recapacitar sobre el consumo, sobre lo que no necesitamos, sobre lo que es importante y lo que no.

Yo solo entiendo de esta economía, de lo que gano y de lo que puedo gastar, de que si pago impuestos, tengo derecho a unos servicios, de que si me pongo enferma, pueda ir a un hospital y estar bien atendida, porque la salud es lo más importante y de que todo el mundo tiene derecho a una educación de calidad, porque ahí está la igualdad de oportunidades.

Me importa un carajo la prima de riesgo y el ibex 35, son cosas de una economía artificial, inventada y deshumanizada. ¿Acaso alguien entiende que el estado pague por tener un campo y no cultivarlo? ¿o por obligar a que tus vacas produzcan una cuota de leche y compremos mantequilla francesa más barata que la del pueblo de al lado? ¿De qué sirve tener una economía fuerte, si las personas nos vamos devaluando cada día más?

Si la resistencia pasiva acaba siendo un delito, estaremos a un paso de la esquizofrenia social, cuando la gente está asfixiada, lo menos peligroso es dejar que se exprese.


http://sociedad.elpais.com/sociedad/2012/04/12/vidayartes/1334259638_936971.html