Suelo pensar que a mis hijas las hice yo sola, que únicamente llevan mis genes.
El lunar que se repite, hacer un rollito con la lengua, esa nariz azteca y lo demás. Todo mejorado.
Pero cuando las veo andar de espaldas, y les miro las largas piernas, me acuerdo de que hubo un padre que puso algo.
Jajajj
ResponderEliminarSí, siempre suelen dejar alguna huella aunque nos pese.
Me arrancaste la sonrisa.
Besos, Claudia.
Inevitable, pero los genes más "jodios", son los ocultos, esos que te saltan a la cara cuando verbalizan y empiezas a buscar... ¿y esto de dónde ha salido?
ResponderEliminarComo los del carácter, y lo peor es que ni se sean los del padre, sino los de la suegra, etc.
La genética, además de una ciencia, es una cabrona.
ResponderEliminarQué puso? Su líquido espeso, o algo más?
ResponderEliminarjajajajaja
ResponderEliminarTuyas nada más!
cuando yo di a luz a mi hija, mi doctora me comentó: hija mía tu solamente pusiste la barriga...
A mí me ocurre lo mismo con la pequeña Esmeralda...
ResponderEliminarUn beso o 2 #
Afortunadamente, se puede... contar con la otra parte para mejorarlo, solo para regenerarlo y engrandecerlo jajaja (no voy a pensar que mi hijo es peor que yo, porque su padre puso la mitad jaja). También me ha hecho gracia este post.
ResponderEliminarun saludo
Permíteme decir que menos mal, o empezaríamos a sobrar (más).
ResponderEliminarSeguro que las piernas de tus hijas son bellísimas, porque los hombres solemos esforzarnos en ciertos menesteres. :)
ResponderEliminarBeso clonado.
Carlos de Apenas penas.
igual más que lo genético estamos hechos de lo vivido..asi que si hay algún gen medio indeseable vaya uno a saber si se manifiesta
ResponderEliminarun saludo mendeliano (25 % de los abuelos)
un 50 % dominante
y otro 25% recesivo (pero quizás más importante)
Pues acá en la casa habrá que revisar genética...mis peque no se parecen a su padre ( él dice que son clavados a él), se parecen poco a mi y tienen la forma de caminar de mi cuñada, las manos de mi cuñado y los pies de mi suegro...
ResponderEliminarUn besito.
Nos guste o no... Pues eso. Un abrazo.
ResponderEliminarY nada, nada, mucho menos ese padre, es casual...
ResponderEliminarpaz&amor
Isaac
pero siempre van a ser nuestra versión mejorada...
ResponderEliminarjajajaja, mi madre tuvo siete hijos y pudo repartir parecidos cómodamente, yo que no he sido tan prolífica a duras penas puedo encajar algunas semejanzas, pero benditos espejos con piernas que caminan.
ResponderEliminarUn beso
http://no-lo-suenies.blogspot.com/
ResponderEliminarmi hija se parece mucho a su padre y a su familia pero yo ya hace mucho que deja de ver algo de él en ella, vamos, es que no pierdo ni uno sólo de mis minutos en semejante tarea.
ResponderEliminarlo quise muchísimo hasta que se convirtió en una de las personas que más daño me hizo en lo que llevo de vida, así que...
biquiños,
Aldabra
Algo...Jeje. Bueno, la herencia física es lo de menos...
ResponderEliminarBesos
... emmmm .... es posible
ResponderEliminarSi es que nos han hecho de una manera, y de ahí no hay quien nos baje.
ResponderEliminarSaludos y buena tarde de sábado.
Me haces sonreir. Los genes mandan, Claudia. No hay forma de evitarlo.
ResponderEliminarUn besazo
Espero que tengan más lindas piernas que el padre!
ResponderEliminarabrazo
Los padres no existen... Son los reyes!
ResponderEliminar(¿O era al revés?)
Al final, lo importante de poner como en muchos otros verbos no es el infinitivo, sino saber conjugar esa acción en todos los tiempos verbales.
ResponderEliminarUn abrazo
cuántas señales damos mientras caminamos...
ResponderEliminarA medias, como debe ser.
ResponderEliminarBesos.
La historia de nuestros antepasados esta escrita dentro de nosotros...
ResponderEliminar