martes, 13 de noviembre de 2018

entrometido

Llegó a ser atosigante soñar tantas veces lo mismo: que sigue ahí, que vuelve a aparecer, que no acaba nunca de irse, entrometiéndose en mi inconsciente sin permiso.


Y así sin más, una noche se despide: Adiós, me voy. Con un jersey beige que nunca le vi puesto.
No sé si me siento liberada o indignada, parece que me estuviera dando permiso para algo. Me alegra no conocer todos sus jerséis y que no ocupen sitio en mi armario. Ni en mi cabeza.

2 comentarios:

  1. El sitio en el armario se agradece. En la cabeza, también, aunque sea más difícil.

    Claudia, me alegra volver a leerte después de tanto tiempo. Aún conservo tu recuerdo en mi blog.

    Besos

    ResponderEliminar