martes, 13 de septiembre de 2011

ni pelos, ni nada


Nos falta algo, no hay galopes por la escalera, ni esa mirada desde abajo cuando desayuno. Ahora en cada rutina se le echa en falta, tropezando conmigo todo el rato, como un cachorro dentro de un cuerpo enorme.

Todos oímos el frenazo y después el golpe y nos quedamos un momento callados, sabiendo lo que había pasado.

Lo peor fue apartarle de en medio de la carretera, arrastrando el cuerpo inerte en la oscuridad, mientras otros perros aullaban y L. lloraba gritando.

Esta noche entre sueños, he notado que se metía en mi cama y me agarraba fuerte de la cintura, como para que no me escapara, se le están escapando muchas cosas.

23 comentarios:

  1. Cuando se nos va una mascota que nos ha acompañado por tanto tiempo el vacío es indescriptible.
    Vaya, lo siento.

    Besos, Claudia.

    ResponderEliminar
  2. Ay, qué lástima, pobre animal, y cuánto siento que la niña haya tenido que ver esas cosas

    ResponderEliminar
  3. Yo entiendo estas cosas demasiado bien. De más.

    ResponderEliminar
  4. ¡cuanto lo siento!
    ¡como te comprendo!
    ahora que tengo a mi Ron, no sé qué haría si le pasara algo... Congo me dice que lo trato como a una personita pero es que sólo les falta hablar, ¿verdad?

    ¡que noticia tan triste1

    besiños cariñosos, de corazón.
    Aldabra

    ResponderEliminar
  5. Principios y finales... En casa hay desde hace unos días un perro. Es la novedad. La idea era llevarlo a una casa en el campo, y allí estuvo en verano, pero el looby de presión de mis hijos ha conseguido traerlo a casa. El cariño se apelmaza cada día que pasa, y me temo que su presencia va a ser definitiva. Pienso que ese nuevo integrante de la familia puede vivir unos quince años: no es como un juguete que acaba destrozado en un arcón. Es alguien, no algo.

    ResponderEliminar
  6. Eso es lo más terrible de ser niño...lo más duro, y así se hace uno a golpes duros...

    ResponderEliminar
  7. Digo...en general tengo más miedo por lo que pierden mis hijos a lo que pueda llegar a perder yo, que no sean mis hijos, claro...

    ResponderEliminar
  8. se escapan cosas...se encuentran cosas.

    eso es el vivir cada día.

    es durisimo enfrentarse a la muerte de un ser querido, mas en la infancía (que nunca piensa en esa posibilidad).

    ResponderEliminar
  9. Duele. Sólo puede doler.
    Te acompaño en el sentimiento.

    Un abrazo fuerte.

    ResponderEliminar
  10. :(
    Algo parecido me pasó hace unos años cuando murió mi ovejero alemán Alma *

    Un beso o 2 #

    ResponderEliminar
  11. Lo siento amor...

    Esta semana la cobaya de mi hijo enfermó y mi peque me hizo jurar que iba a salvarla...apenas he dormido desde el sábado, he tenido que hacer un milagro y jugar al veterinario...y hoy por fin comenzó a alimentarse sola y a caminar un poquito... Mi peque me ha abrazado esta tarde y me ha dicho que creía que no se salvaría, pero que me hizo jurarlo porque yo nunca rompo una promesa...estuve toda la tarde llorando, no sé si de emoción o del miedo porque sé que llegará un día en que no pueda cumplir alguna promesa.

    Un beso.

    Animo y mucho cariño a la nena, en verdad lo siento.

    ResponderEliminar
  12. Que pena cuando se van los pocos que nos entregan su corazón sin pedir nada a cambio, mas que amor.


    Un beso,
    Facu.

    ResponderEliminar
  13. Uf, que triste. Las primeras pérdidas ... y saber que no podemos hacer nada para que no sufran.

    ResponderEliminar
  14. Que horrendo!!!

    pobrecitas las tres...

    ResponderEliminar
  15. Crecer y afrontar pérdidas... Debería estar prohibido hasta cierta edad.
    Beso fuerte.

    ResponderEliminar
  16. Pues lo siento mucho, de verdad. Os envío un abrazo.

    ResponderEliminar
  17. a mi se me murió una perra del mismo modo.
    el que la atropelló nos denunció por llevarla suelta y nos pidió una indemnización.
    recuerdo aquel dolor y la falta de comprensión de la gente... como se burlaban ante mis ojeras de no dormir y mi falta de apetito por la pena... decían "está triste porque lle morreu o can" y se descojonaban dde la risa.

    ResponderEliminar
  18. Vaya...parece mentira el cariño tan grande que se lleva a coger a una mascota.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  19. He pasado por aquí y no he podido evitar leer esta entrada y sentirme apenada. Amo los animales, y la verdad es que hay mucha gente que jamás entenderá por qué nos sentimos así cuando se nos va un compañero animal no humano. Muchos ánimos.

    ResponderEliminar