domingo, 20 de junio de 2010

cuando me enfado

Yo cuando me enfado me imagino que me voy galopando en un caballo, dejando atrás al enemigo.



Cada uno con su manera de enfadarse.



Cuando mi hija era más pequeña, le daba por quitarme los dos cuadritos que me había regalado y que tenía colgados en la pared de mi cuarto, así que durante un tiempo fueron cuadros intermitentes, a veces veía los dos clavos en la pared y entonces me enteraba de que estaba enfadada y el efecto era que me daba la risa. Ahora nos reimos juntas de eso.



Algunas personas nos castigan con su silencio, se enfadan y se vuelven mudas. Un personaje de Isabel Allende estuvo años sin hablar con su marido, qué faena le habría hecho. Y no quiero ni pensar en el monumental enfado colectivo que tendrán en esas congregaciones que hacen voto de silencio.

En la posición más extrema están los suicidios, que no dejan de ser un "Hala, ahora te fastidias, que me mato".

Esos intentos de suicidio histéricos, que se solucionan con un lavado de estómago, pero que traen a mal andar a familia y amigos.

A mí me funciona bastante bien lo mío, cuando el enfado es mayor, procuro que las patas de atrás del caballo, salpiquen de barro al enemigo o le den un buena coz.

10 comentarios:

  1. La casa de los espíritus^^ Qué bello libro...


    Tiene usted un buen modo de enfadarse. Yo torturo en silencio a todos. Esque soy así de mala malísima.

    Besos.

    ResponderEliminar
  2. Yo cuando me enfado discuto y discuto y discuto. Es lo que tiene ser un charlatán. Luego me entran ganas de salir corriendo bien lejos...

    Besos, sin enfados...

    ResponderEliminar
  3. ..los silencios, las personas que se vuelven mudas...todo eso es un horror que empalidece lo que está a su lado!

    ResponderEliminar
  4. Anónimo, tienes toda la razón. Me pongo mudo cuando me enfado. Y mi mujer también no habla. Y el silencio es un horror.
    Claudia, si no te importa, voy a intentar a adoptar tu manera de tratar el enfado; parece ser muy divertido, aunque no sé montar a caballo :)
    Anónimo 2.

    ResponderEliminar
  5. ...y así en ocasiones, internet y los blogs se vuelven un "descanso", un salir de la rutina y de los silencios...

    un espacio en el que no somos cuestionados ni tampoco reclamados...

    ¿Exagero? o ¿Me acerco a la verdad?

    ResponderEliminar
  6. Todo verdades, cuántas cosas he dicho aquí que no podría haber dicho de otra forma.
    No está mal discutir, si lo sabes hacer.
    Lo bueno sería poder enfadarse sin encima hacerse daño a uno mismo y el silencio ... tiene demasiado coste personal.

    ResponderEliminar
  7. Claudia, tienes razón, de no estar en un blog el anonimato nunca hubiera reconocido que no sé montar a caballo :)
    Anónimo, dices la verdad. Me gusta “descansar” en este blog.
    Anónimo 2.

    ResponderEliminar
  8. Yo tampoco sé montar a caballo, pero la imaginación hace maravillas.

    ResponderEliminar
  9. Soy sagitario, así que cuando me enfado disparo mis dardos envenenados. Aunque cada vez tiendo más a guardar silencio, porque me conozco y sé que si no callo terminaré pidiendo perdón. En todo caso, el lenguaje gestual sí que no lo domino...

    Besos

    ResponderEliminar
  10. O sea que nuestra alma sensible también tiene dardos envenenados, siempre sorprendiéndome.

    ResponderEliminar