(Basado en hechos reales)
Mi madre acostumbra a llamarme cuando estoy echando la siesta, debe utilizar el mismo método que las compañías de telefonía, que aprovechan para pillarte desprevenida.
- hola hija vendréis el domingo a comer ¿no?
- había pensado quedarme en casa
- me haces una faena porque tengo mucha comida
- bueno ya iremos
- ¿y que te parece que ponga?
- ya sabes que a mis hijas les encanta la sopa
- yo había pensado hacer una menestra
- bien menestra
- pero también haré sopa para el que quiera
- mejor no te líes toda la mañana en la cocina y haz sólo una cosa
- no se van a quedar sin comer...
- bueno como quieras
- ¿y de segundo?
- lo que quieras
- pero te estoy preguntando porque no se me ocurre
- pon algo fácil, algo en el horno y ya está
- pero tengo unos filetes que me interesa ponerlos
- vaaaaaaaaaale pero ...
Vaya ya me ha dejado con la palabra en la boca. No está enfadada, se le olvida despedirse.
Menú:
- sopa (y su variante de consomé a elegir)
- huevos duros para el que quiera añadirlos a la sopa
- menestra de verduras
- empanada de verduras para la vegetariana, porque la menestra lleva jamón
- filetes empanados con patatas y pimientos
- un poco de ajoarriero que sobró ayer
- fresas
- natillas
Lo bueno de todo esto es que me voy a casa con mis tupper y la comida del lunes lista.
¡...gensanta! Pues sí que tenía mucha comida sip.
ResponderEliminarAy las madres, será esa generación o nosotras de mayores seremos así también?
Besos
Uy, qué familiar me resultó esa conversación...
ResponderEliminarEn respuesta a Ana diré que es esa generación. Yo no me imagino tratando a mi hija como mi madre lo hace conmigo. Y lo siento por mi hija, jajaja, que tendrá que cocinar todos los días o arreglárselas como pueda sin contar conmigo.
Pero es que nuestras madres están hechas de una pasta especial.
Besitos
genial! a cuántas nos ocurre lo mismo...pero me pregunto por qué a pesar de que me gusta el tupper y la comida del lunes, por momentos me resulta tediosa la rutina de responder o de pensar en la selección del menú.
ResponderEliminar...tal vez nos apena que nuestras madres sean tan devotas de nosotras, o que nos traten como cuando éramos pequeñas, como si el tiempo no hubiese pasado...
Un saludo! Nora
¿Estas segura que tu mamá no es Judía? jajaja
ResponderEliminarAnónimo 2
Ay las madres!
ResponderEliminar¿judía? quien sabe si algún gen judío se escapó por ahí.
...me habría gustado tener una madre judía o tal vez serlo...
ResponderEliminarAnónimo: no creas que todo son ventajas con la madre-despensa, además hace falta cariño, aunque estoy aprendiendo que cada uno lo va dando como sabe y como puede.
ResponderEliminar